![Picture](/uploads/7/3/8/4/7384530/7802366.jpg)
Paulo Ravecca, candidato de doctorado en la universidad de York, comparte su ultima publicación "Sobre la aprobación del matrimonio gay en Uruguay", publicado en Fósforo, una revista digital dedicada a la crítica, la curación y el comentario.
Paulo Ravecca hizo la Licenciatura en Ciencia Política de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República (Uruguay) y la Maestría en Ciencia Política de York University (Toronto, Canadá). Actualmente en esta última cursa el PhD, también en ciencia política. Es docente del Departamento de Ciencia Política (FCCSS-UdelaR) donde dicta clases y es miembro de las áreas académicas de Estado y Políticas Públicas y Teoría Política. Su agenda de investigación abarca teoría política y pensamiento crítico, economía política y relaciones internacionales, Estado, políticas públicas y desarrollo, epistemología crítica, sexualidad y género. Paulo reside alternadamente en Montevideo y Toronto.
Sobre la aprobación del matrimonio gay en Uruguay
¿Escribir o no escribir críticamente sobre el ‘matrimonio igualitario’? Qué dilema. La alegría que hay alrededor de esta conquista en estos días emociona genuinamente a todo aquel que sabe, o supo, lo que es ser‘el otro’, el discriminado. Pienso, además, en el tremendo esfuerzo que tantas personas han puesto para llegar a este desenlace. Son precisamente la empatía y el respeto por esos dolores y por esos esfuerzos los que, finalmente, me deciden a compartir estas líneas.
La aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo constituye un desplazamiento en los modos de regular la diferencia que reintroduce nuevas formas de opresión y de desigualdad. El actual proceso de mainstreaming (o de normalización) de ‘lo gay’, del cual ‘el matrimonio’ es un componente fundamental, tiene dobles y triples filos. Por ello es que movimientos e intelectuales críticos de diversos países se abocan hoy a cuestionar fenómenos como el homonacionalismo, neologismo creado por la teórica de origen indio Jasbir K. Puar que refiere a la apropiación nacionalista y a la instrumentalización política que los gobiernos hacen de la agenda lgtb.1 Otros asuntos debatidos actualmente son la neoliberalización y elitización de lo gay, el creciente abandono del clivaje de clase por el feminismo y las organizaciones lgtb ‘oficiales’ e incluso su participación en discursos y empresas racistas (internamente) e imperialistas (externamente), así como la creación de un establishment cuasi-estatal proveniente de los movimientos sociales y su consiguiente domesticación política. A través de todos estos desplazamientos la causa de la diversidad sexual estaría siendo despojada de su poder ‘disruptor’ y de su fuerza creativa.2
El matrimonio entre personas del mismo sexo es una medida que beneficia fundamentalmente a la clase media y alta. El hecho de que este paso se vea como un ‘cambio histórico’ y como ‘la gran conquista’ universaliza discursivamente una (im)posición de clase y ciertas formas (‘respetables’) de vida, reproduciendo múltiples subalternidades. Una ‘identidad’ que ha sido tradicionalmente asociada a la experimentación y la trasgresión en el campo de la sexualidad y la subjetividad (por eso tan denostada por los conservadores) entra finalmente por el gran portal de la normalidad (y por eso ahora cada vez más conservadores nos pueden aceptar).3 Ahora, los gays y (siempre en menor medida) las lesbianas, si se quedan en el molde, pueden defender a la nación (integración en las FFAA), reproducirla (matrimonio, adopción) y sobre todo alimentar el imaginario de una sociedad tolerante y moderna que hasta deja que “se casen”. Esta incorporación subordinada al listado de los sujetos deseables de la nación es una transformación simbólica que tiene sus costos.
Lea el articulo completo
http://proyectofosforo.com/2013/04/24/sobre-la-aprobacion-del-matrimonio-gay-en-uruguay/
Paulo Ravecca hizo la Licenciatura en Ciencia Política de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República (Uruguay) y la Maestría en Ciencia Política de York University (Toronto, Canadá). Actualmente en esta última cursa el PhD, también en ciencia política. Es docente del Departamento de Ciencia Política (FCCSS-UdelaR) donde dicta clases y es miembro de las áreas académicas de Estado y Políticas Públicas y Teoría Política. Su agenda de investigación abarca teoría política y pensamiento crítico, economía política y relaciones internacionales, Estado, políticas públicas y desarrollo, epistemología crítica, sexualidad y género. Paulo reside alternadamente en Montevideo y Toronto.
Sobre la aprobación del matrimonio gay en Uruguay
¿Escribir o no escribir críticamente sobre el ‘matrimonio igualitario’? Qué dilema. La alegría que hay alrededor de esta conquista en estos días emociona genuinamente a todo aquel que sabe, o supo, lo que es ser‘el otro’, el discriminado. Pienso, además, en el tremendo esfuerzo que tantas personas han puesto para llegar a este desenlace. Son precisamente la empatía y el respeto por esos dolores y por esos esfuerzos los que, finalmente, me deciden a compartir estas líneas.
La aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo constituye un desplazamiento en los modos de regular la diferencia que reintroduce nuevas formas de opresión y de desigualdad. El actual proceso de mainstreaming (o de normalización) de ‘lo gay’, del cual ‘el matrimonio’ es un componente fundamental, tiene dobles y triples filos. Por ello es que movimientos e intelectuales críticos de diversos países se abocan hoy a cuestionar fenómenos como el homonacionalismo, neologismo creado por la teórica de origen indio Jasbir K. Puar que refiere a la apropiación nacionalista y a la instrumentalización política que los gobiernos hacen de la agenda lgtb.1 Otros asuntos debatidos actualmente son la neoliberalización y elitización de lo gay, el creciente abandono del clivaje de clase por el feminismo y las organizaciones lgtb ‘oficiales’ e incluso su participación en discursos y empresas racistas (internamente) e imperialistas (externamente), así como la creación de un establishment cuasi-estatal proveniente de los movimientos sociales y su consiguiente domesticación política. A través de todos estos desplazamientos la causa de la diversidad sexual estaría siendo despojada de su poder ‘disruptor’ y de su fuerza creativa.2
El matrimonio entre personas del mismo sexo es una medida que beneficia fundamentalmente a la clase media y alta. El hecho de que este paso se vea como un ‘cambio histórico’ y como ‘la gran conquista’ universaliza discursivamente una (im)posición de clase y ciertas formas (‘respetables’) de vida, reproduciendo múltiples subalternidades. Una ‘identidad’ que ha sido tradicionalmente asociada a la experimentación y la trasgresión en el campo de la sexualidad y la subjetividad (por eso tan denostada por los conservadores) entra finalmente por el gran portal de la normalidad (y por eso ahora cada vez más conservadores nos pueden aceptar).3 Ahora, los gays y (siempre en menor medida) las lesbianas, si se quedan en el molde, pueden defender a la nación (integración en las FFAA), reproducirla (matrimonio, adopción) y sobre todo alimentar el imaginario de una sociedad tolerante y moderna que hasta deja que “se casen”. Esta incorporación subordinada al listado de los sujetos deseables de la nación es una transformación simbólica que tiene sus costos.
Lea el articulo completo
http://proyectofosforo.com/2013/04/24/sobre-la-aprobacion-del-matrimonio-gay-en-uruguay/