Fotografía por Zilia Castrillon | Por Fernando Flores Pinel Originalmente publicado en AmericaLatina, Abril 21012 Fernando Flores Pinel tiene una Maestría en Ciencias Políticas de la Universidad de Carlton. Fernando ha trabajado en investigación en la Universidad de Carlton, la UNAM, Universidad de las Américas en México, La Universidad de Centro America "José Simeón Cañas" en El Salvador (UCA) y la Universidad de El Salvador. Además ha trabajado con el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas. Fernando ha publicado en "Estudios Centroamericanos" (Revista de la UCA), "Foro Internacional" (Revista de El Colegio de México), y "Cuadernos" (Centro de Relaciones Internacionales, UNAM). Actualmente, Fernando es parte de Human Rights Press (una organización sin fines de lucro que trabaja por la libertad de expresión) y es parte del comité editorial de Encuentros Latinoamericanos (publicación de Latin American Researchers of Ontario). |
INMIGRACION, COLONIALISMO INTERNO Y RACISMO EN CANADA: ABORIGENES Y LATINOS
Los pueblos, minorías o naciones colonizados por el estado-nación sufren condiciones semejantes a las que los caracterizan en el colonialismo y el eocolonialismo a nivel internacional...
Pablo Gonzalez Casanova, Sociólogo Mexicano
En el mes de Noviembre del 2011 muchos canadienses vieron el lado escondido del "Canadá Civilizado", el lado obscuro de un país que se precia de respetar los derechos humanos. La televisión mostró casas derrumbándose; paredes de playwood, cartón y plástico maltrechas; veinte personas viviendo hacinadas en una casa de dos habitaciones y con una cocina de un solo quemador para todos; una casa sin insulación para el invierno, sin plomería higiénica; sin electricidad apropiada; y además, la Cruz Roja asistiendo a la "emergencia". Un cuadro patético de las villas miserias del Tercer Mundo, pero en Canadá.
Si las imágenes no hubieran sido acompañadas del reportaje hablado, nadie hubiera pensado que esas condiciones de miseria y desesperación estaban retratando una parte de la población del norte de Ontario, Canadá, el pueblo Cree Mushkego, en la rserva de Attawapiskat. Y esto no solamente pasa en Attawapiskat, sino en muchos otros lugares de los pueblos nativos.
Jack Layton, en su libro Speaking Out Loudly, publicado en 2006, relata su expereincia en la comunidad aborígen de Kasatchewan: “Visitamos esa casa... y encontramos tres familias, 18 personas en total, hacinadas en un[espacio decrépito] de 3 habitaciones. El sótano estaba indundado y aún destilaba agua por los diques rotos. Menos de un año después, una niña murió en un incendio, en una de estas estructuras de hacinamiento humano. Esta injusticia estaba esperando por ocurrir, y aún [otras] espran.” (el énfasis es mío) (p.16)
¿Porqué Canadá tiene este Tercer Mundo interno, y porqué los latinos somos parte indisolube de él? La respuesta está en el colonialismo y el racismo. Tanto los aborígenes canadienses, como los pueblos latinoamericanos, fueron sometidos al colonialismo y al racismo, ambos hijos del imperialismo europeo, y ese imperialismo no ha dejado, por siglos, de hundirnos en condiciones similares de miseria y de penuria.
El colonialismo y el racismo llevan siglos de ser gemelos. Ambos llegaron a Canadá como instrumentos de repoblamiento, dominación y explotación por parte de los franceses e ingleses, para acracenter sus dominios imperiales, en las luchas inter-capitalistas por mejores ganancias.
Los pueblos, minorías o naciones colonizados por el estado-nación sufren condiciones semejantes a las que los caracterizan en el colonialismo y el eocolonialismo a nivel internacional...
Pablo Gonzalez Casanova, Sociólogo Mexicano
En el mes de Noviembre del 2011 muchos canadienses vieron el lado escondido del "Canadá Civilizado", el lado obscuro de un país que se precia de respetar los derechos humanos. La televisión mostró casas derrumbándose; paredes de playwood, cartón y plástico maltrechas; veinte personas viviendo hacinadas en una casa de dos habitaciones y con una cocina de un solo quemador para todos; una casa sin insulación para el invierno, sin plomería higiénica; sin electricidad apropiada; y además, la Cruz Roja asistiendo a la "emergencia". Un cuadro patético de las villas miserias del Tercer Mundo, pero en Canadá.
Si las imágenes no hubieran sido acompañadas del reportaje hablado, nadie hubiera pensado que esas condiciones de miseria y desesperación estaban retratando una parte de la población del norte de Ontario, Canadá, el pueblo Cree Mushkego, en la rserva de Attawapiskat. Y esto no solamente pasa en Attawapiskat, sino en muchos otros lugares de los pueblos nativos.
Jack Layton, en su libro Speaking Out Loudly, publicado en 2006, relata su expereincia en la comunidad aborígen de Kasatchewan: “Visitamos esa casa... y encontramos tres familias, 18 personas en total, hacinadas en un[espacio decrépito] de 3 habitaciones. El sótano estaba indundado y aún destilaba agua por los diques rotos. Menos de un año después, una niña murió en un incendio, en una de estas estructuras de hacinamiento humano. Esta injusticia estaba esperando por ocurrir, y aún [otras] espran.” (el énfasis es mío) (p.16)
¿Porqué Canadá tiene este Tercer Mundo interno, y porqué los latinos somos parte indisolube de él? La respuesta está en el colonialismo y el racismo. Tanto los aborígenes canadienses, como los pueblos latinoamericanos, fueron sometidos al colonialismo y al racismo, ambos hijos del imperialismo europeo, y ese imperialismo no ha dejado, por siglos, de hundirnos en condiciones similares de miseria y de penuria.
El colonialismo y el racismo llevan siglos de ser gemelos. Ambos llegaron a Canadá como instrumentos de repoblamiento, dominación y explotación por parte de los franceses e ingleses, para acracenter sus dominios imperiales, en las luchas inter-capitalistas por mejores ganancias.
¿Cómo vinieron el colonialismo y el racismo a Canadá? Para 1776, las llamadas Trece Colonias del Norte de América (la base de lo que hoy son los Estados Unidos) derrotaron a los inglesas en la guerra de independencia. Los realistas, los leales a la Corona Inglesa, rechazaron las ideas republicanas del naciente estado como las del preámbulo de la Declaración de Independencia: “[sostenemos] como evidentes... que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su creador de ciertos derechos inalienables; que entre estos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidada...”. Estos realistas se refugiaron en el norte de las Trece Colonias, ayudados por la monarquía inglesa, y fundaron Canadá. Así, Canadá nació como una unidad política contra-revolucionaria y conservadora que abrazó las ideas colonialistas inglesas.
Los tories ingleses, o realistas de la "Norteamérica Británica", trasplantaron el colonialismo inglés que habían abrazado en el sur, hacia al norte, con todo su inventario de dominación, racismo e injusticia que impusieron a los aborígenes del Norte. Así, los colonialistas ingleses implantaron su control sobre las oportunidades de vida de los nativos. El racismo justificó sus abusos con la división de las poblaciones en superiores e inferiores. Los superiores colonizaban a los inferiores.
La miseria integral en que viven la mayoría de los nativos en el Canadá de hoy, no es un fenómeno nuevo, es tan viejo como el colonialismo inglés en Canadá. El colonialismo ha sido un sistema integral de dominación, su solución tiene que ser también integral. No se resuelve con el parche que ofreció el gobienro e Harper a Attawapiskat de "mejorar la administración financiera” de la reserva porque no son las finanzas aisladas, sino la vida subderarrollada a las que los sometió la colonización, la principal responsable de su miseria.
Así como el colonialismo inglés dejó de herencia la pobreza y el abandono de los nativos en Canadá, así los colonialismos españoles y portugués, y los neo-colonialismos inglés y estadounidenses, han dejado en la miseria a las myorías en los pueblos de América Latina.Así como entre los pueblos latinoamericanos han habido elites domésticas internas dominantes, que han desempeñaado el papel de pro-cónsules de los imperios para oprimir a sus propios pueblos, así en Canadá hay minoría aborígenes que colaboran con las autoridades federales y provinciales para someter a sus bandas nativas. Como resultado, los latinos y latinas nos parecemos históricamente mas a los pueblos aborígenes de Canadá, que los que nos parecemos a las élites dominantes ingleses y francesas. Y esto es así porque ambos hemos sido esclavizados por el colonialismo y el racismo.
A Canadá usualmente no se le meciona como un país colonial porque no tuvo una política imperialista mundial, pero la tuvo internamente. Los centros de poder originales del Canadá central se expandieron al Oeste y el Este sometiendo a los pueblos aborígenes que encontraron a su paso. No habiendo sido un país colonial de imperialismo mundial, Canadá ha sido un país de colonialismo interno.
¿Cómo se interpreta la inmigración latinoamericana como parte del colonialismo interno cnadiense?
Canadá se fundó como una sociedad blanca, racista, contra-revolucionaria, y su política y legislación inmigratorias siempre reflaron expresamente esos puntos de vista hasta la década de 1960. Después de 1965 era evidente que la oferta migratoria blanca desde Europa Nor-occidental había llegado a su fin, tanto por la recuperación económica europea de la segunda posguerra, como por el avance del estado del bienestar europeo. Canadá se enfrentó, entonces, simultáneamente, a su déficit poblacional tradicional por la enormidad de su territorio, y al incremento de ese déficit debido a la revolución sexual de los años 60s que había conducido a la formación de las familias nucleares.
Canadá necesitaba población, pero esta ya no podían ser los blancos del Nor-occidente de Europa. Así, reformuló su legislación, y abrió, a regañadientas, sus puertas a inmigrantes deAmérica Latina. Para poner un filtro “blanqueador”, se inventó el sistema de puntos, con el protexto de que necesitaba mano de obra calificada, sin impotarle en realidad un comino lo que los inmigrantes profesionales vinieran a hacer. Estos inmigrantes sintieron prontos los efectos del racismo y el colonialismo interno: si eran de clase media en sus países de origen, bien rápido cayeron en un poceso de desclasamiento social y de pauperización económica parecido al de las poblaciones nativas.
Las estadíticas muestran claramente como los inmigrantes latinos y del Tercer Mundo venieron a englosar los grupos de oprimidos. Justo antes de que la política migratoria cambiara, los blancos que llegaban de Europa avanzaban rápidamente en la escala social, al punto de lograr posiciones e ingresos iguales, y en un muchos casos superiores, a los blancos que habían nacido en Canadá. Para la mayoría de los inmigrantes blancos europeos había “un sueño canadiense”, para la mayoría de los inmigrantes latinos y latinas ha habido y hay “una pesadilla canadiense”:Canadá mantiene y ha mantenido prácticas discriminatorias, abiertas o encubiertas, hacia poblaciones de diferentes “orígenes raciales y étnicos.”
Efectivamente, según datos codificados por Peter Li, profesor de Sociología de la Universidad de Saskatchewan, en su ensayo, The Market Value and the Social Value of Race, el censo de Canadá de 1991 muestra que los dos grupos étnicos que menos ganan en Canadá son los latinos y los aborígenes. En ese estudio, los latinos tenían unos ingresos brutos de $ 9,382 menos que la media nacional, y los aborígenes $ 5,986 menos que la media nacional, mientras que los inmigrantes blancos de origen británico tenían un ingreso bruto de de $ 1,018 por encima de la media nacional. Esto ilustra que no es la inmigración propiamente dicha la que empobrece, sino las condiciones étnicas y raciales que se les imponen a los inmigrantes.
Los que cambiaron la política de inmigración candiense desde mediados de los 60s eran consciente que iban a recibir inmigrantes de "tierras colonizada”, y por lo tanto no se resistirían a vivir en condiciones de pobreza aquí. Sabían tambiém que los poderes coloniales habían dividido a las poblaciones aborígenes del mundo para dominarlas mejor. Dividir para vencer fue una máxima del colonialismo europeo. Siglos de dominación enraizaron las divisiones. Para coninuar manteniendo esas divisiones, y evitar la formación de una conciencia colectiva sobre la subordinación y la opresión de los inmigrantes tercermundistas, para evitar poner al descubierto el colonialismo interno, el estado candiense se inventó el“multiculturalismo.”
El multiculturalismo, por una parte, ha sido una política de dominación que reduce la participación pública de los inmigrantes del Tercer Mundo al folklore, y la degustación culinaria, con el pretexto de mantener las costumbres y tradiciones de los nuevos inmigrantes. De esta forma han neutralizado toda posible agenda política que pueda cuestionar las condiciones de opresión; por otra parte, el multiculturalismo provee dinero para esas actividades “culturales”, y mediante esos fondos, ha mantenido las fragmentaciones de nacionalidad, región, idioma y cultura, hundiendo a los nuevos inmigrantes en una nostalgia por el pasado que, en realidad, los hace olvidar que viven en un nuevo presente de injusticia, desmembramiento social y sometimiento. El multiculturalismo ha substituido las exigencias por derechos humanos estratégico, por la pachanga y el licor étnico como muestra de libertad. El multiculturalismo ha sido una forma efectiva de ejercer el etnocentrismo canadiense.
El multiculuralismo fue un modo de cooptar para subyugar; ahora es insuficiente. La crisis mundial del capitalismo, el desmantelamiento del estado del bienestar, y la esperanza de que las crisis en Europa nor-occidental puedan aumentar la oferta de inmmigración blanca, han conducido al gobierno conservador a abandonar la cooptación, y volver a recurrir a la coerción y la represión. El contenido de la política migratoria actual es la criminalización de los inmmigrantes, una de las tantas formas de persecusión e inferiorización que el esatado canadiense conoce mnuy bien en su larga historia de país de inmigrants.
La criminalización actual de los inmigrantes los nomadiza, los mantiene en movimiento constante para no ser capturados, devalúa el valor de su fuerza de trabajo ya devaluada por la discriminación, y en última instancia conduce a la deportación o al regreso forzado a los países de origen. El inmigrante repatriado es usualmente un inmigrante destruido y frustrado, que descarga en su país de origen el rencor y las desgracias sufridas en el Norte. Asi se formaron los grupos delincuenciales y crimanles llamados “maras” en los países centroamericanos y México.
Cuando oigamos, leamos o veamos nuevamente noticias sobre la miseria de los aborígenes en Canadá, acordémonos de nosotros aquí, sufrimos problemas parecidos, y recordemos que solamenmte uniéndonos y luchando por nuestros derechos podremos lograr una vida mejor. Digámosle no a la ideología que nos quiere hacer pensar que la raíz de nuestros problemas es individual y no social: la estrategia de culpar a la víctima en vez de el victimario..
Los tories ingleses, o realistas de la "Norteamérica Británica", trasplantaron el colonialismo inglés que habían abrazado en el sur, hacia al norte, con todo su inventario de dominación, racismo e injusticia que impusieron a los aborígenes del Norte. Así, los colonialistas ingleses implantaron su control sobre las oportunidades de vida de los nativos. El racismo justificó sus abusos con la división de las poblaciones en superiores e inferiores. Los superiores colonizaban a los inferiores.
La miseria integral en que viven la mayoría de los nativos en el Canadá de hoy, no es un fenómeno nuevo, es tan viejo como el colonialismo inglés en Canadá. El colonialismo ha sido un sistema integral de dominación, su solución tiene que ser también integral. No se resuelve con el parche que ofreció el gobienro e Harper a Attawapiskat de "mejorar la administración financiera” de la reserva porque no son las finanzas aisladas, sino la vida subderarrollada a las que los sometió la colonización, la principal responsable de su miseria.
Así como el colonialismo inglés dejó de herencia la pobreza y el abandono de los nativos en Canadá, así los colonialismos españoles y portugués, y los neo-colonialismos inglés y estadounidenses, han dejado en la miseria a las myorías en los pueblos de América Latina.Así como entre los pueblos latinoamericanos han habido elites domésticas internas dominantes, que han desempeñaado el papel de pro-cónsules de los imperios para oprimir a sus propios pueblos, así en Canadá hay minoría aborígenes que colaboran con las autoridades federales y provinciales para someter a sus bandas nativas. Como resultado, los latinos y latinas nos parecemos históricamente mas a los pueblos aborígenes de Canadá, que los que nos parecemos a las élites dominantes ingleses y francesas. Y esto es así porque ambos hemos sido esclavizados por el colonialismo y el racismo.
A Canadá usualmente no se le meciona como un país colonial porque no tuvo una política imperialista mundial, pero la tuvo internamente. Los centros de poder originales del Canadá central se expandieron al Oeste y el Este sometiendo a los pueblos aborígenes que encontraron a su paso. No habiendo sido un país colonial de imperialismo mundial, Canadá ha sido un país de colonialismo interno.
¿Cómo se interpreta la inmigración latinoamericana como parte del colonialismo interno cnadiense?
Canadá se fundó como una sociedad blanca, racista, contra-revolucionaria, y su política y legislación inmigratorias siempre reflaron expresamente esos puntos de vista hasta la década de 1960. Después de 1965 era evidente que la oferta migratoria blanca desde Europa Nor-occidental había llegado a su fin, tanto por la recuperación económica europea de la segunda posguerra, como por el avance del estado del bienestar europeo. Canadá se enfrentó, entonces, simultáneamente, a su déficit poblacional tradicional por la enormidad de su territorio, y al incremento de ese déficit debido a la revolución sexual de los años 60s que había conducido a la formación de las familias nucleares.
Canadá necesitaba población, pero esta ya no podían ser los blancos del Nor-occidente de Europa. Así, reformuló su legislación, y abrió, a regañadientas, sus puertas a inmigrantes deAmérica Latina. Para poner un filtro “blanqueador”, se inventó el sistema de puntos, con el protexto de que necesitaba mano de obra calificada, sin impotarle en realidad un comino lo que los inmigrantes profesionales vinieran a hacer. Estos inmigrantes sintieron prontos los efectos del racismo y el colonialismo interno: si eran de clase media en sus países de origen, bien rápido cayeron en un poceso de desclasamiento social y de pauperización económica parecido al de las poblaciones nativas.
Las estadíticas muestran claramente como los inmigrantes latinos y del Tercer Mundo venieron a englosar los grupos de oprimidos. Justo antes de que la política migratoria cambiara, los blancos que llegaban de Europa avanzaban rápidamente en la escala social, al punto de lograr posiciones e ingresos iguales, y en un muchos casos superiores, a los blancos que habían nacido en Canadá. Para la mayoría de los inmigrantes blancos europeos había “un sueño canadiense”, para la mayoría de los inmigrantes latinos y latinas ha habido y hay “una pesadilla canadiense”:Canadá mantiene y ha mantenido prácticas discriminatorias, abiertas o encubiertas, hacia poblaciones de diferentes “orígenes raciales y étnicos.”
Efectivamente, según datos codificados por Peter Li, profesor de Sociología de la Universidad de Saskatchewan, en su ensayo, The Market Value and the Social Value of Race, el censo de Canadá de 1991 muestra que los dos grupos étnicos que menos ganan en Canadá son los latinos y los aborígenes. En ese estudio, los latinos tenían unos ingresos brutos de $ 9,382 menos que la media nacional, y los aborígenes $ 5,986 menos que la media nacional, mientras que los inmigrantes blancos de origen británico tenían un ingreso bruto de de $ 1,018 por encima de la media nacional. Esto ilustra que no es la inmigración propiamente dicha la que empobrece, sino las condiciones étnicas y raciales que se les imponen a los inmigrantes.
Los que cambiaron la política de inmigración candiense desde mediados de los 60s eran consciente que iban a recibir inmigrantes de "tierras colonizada”, y por lo tanto no se resistirían a vivir en condiciones de pobreza aquí. Sabían tambiém que los poderes coloniales habían dividido a las poblaciones aborígenes del mundo para dominarlas mejor. Dividir para vencer fue una máxima del colonialismo europeo. Siglos de dominación enraizaron las divisiones. Para coninuar manteniendo esas divisiones, y evitar la formación de una conciencia colectiva sobre la subordinación y la opresión de los inmigrantes tercermundistas, para evitar poner al descubierto el colonialismo interno, el estado candiense se inventó el“multiculturalismo.”
El multiculturalismo, por una parte, ha sido una política de dominación que reduce la participación pública de los inmigrantes del Tercer Mundo al folklore, y la degustación culinaria, con el pretexto de mantener las costumbres y tradiciones de los nuevos inmigrantes. De esta forma han neutralizado toda posible agenda política que pueda cuestionar las condiciones de opresión; por otra parte, el multiculturalismo provee dinero para esas actividades “culturales”, y mediante esos fondos, ha mantenido las fragmentaciones de nacionalidad, región, idioma y cultura, hundiendo a los nuevos inmigrantes en una nostalgia por el pasado que, en realidad, los hace olvidar que viven en un nuevo presente de injusticia, desmembramiento social y sometimiento. El multiculturalismo ha substituido las exigencias por derechos humanos estratégico, por la pachanga y el licor étnico como muestra de libertad. El multiculturalismo ha sido una forma efectiva de ejercer el etnocentrismo canadiense.
El multiculuralismo fue un modo de cooptar para subyugar; ahora es insuficiente. La crisis mundial del capitalismo, el desmantelamiento del estado del bienestar, y la esperanza de que las crisis en Europa nor-occidental puedan aumentar la oferta de inmmigración blanca, han conducido al gobierno conservador a abandonar la cooptación, y volver a recurrir a la coerción y la represión. El contenido de la política migratoria actual es la criminalización de los inmmigrantes, una de las tantas formas de persecusión e inferiorización que el esatado canadiense conoce mnuy bien en su larga historia de país de inmigrants.
La criminalización actual de los inmigrantes los nomadiza, los mantiene en movimiento constante para no ser capturados, devalúa el valor de su fuerza de trabajo ya devaluada por la discriminación, y en última instancia conduce a la deportación o al regreso forzado a los países de origen. El inmigrante repatriado es usualmente un inmigrante destruido y frustrado, que descarga en su país de origen el rencor y las desgracias sufridas en el Norte. Asi se formaron los grupos delincuenciales y crimanles llamados “maras” en los países centroamericanos y México.
Cuando oigamos, leamos o veamos nuevamente noticias sobre la miseria de los aborígenes en Canadá, acordémonos de nosotros aquí, sufrimos problemas parecidos, y recordemos que solamenmte uniéndonos y luchando por nuestros derechos podremos lograr una vida mejor. Digámosle no a la ideología que nos quiere hacer pensar que la raíz de nuestros problemas es individual y no social: la estrategia de culpar a la víctima en vez de el victimario..